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Francisco Pérez: el adiós a un defensor de los derechos indígenas

Junio 2021

El pasado 6 de junio falleció a causa de COVID-19 Francisco Peréz, cacique Wichí de gran trayectoria y amigo de nuestra casa.

Era una persona cálida, de voz serena y paso lento, siempre predispuesto a brindar entrevistas y mostrarnos su perspectiva de la realidad. Guia de todos los miembros de su comunidad y solidario como pocos, siempre con una sonrisa humilde en su rostro añoso esperando a todos aquellos que quisieran saber de su historia y colaborar con su lucha pacífica. Siempre listo para enfrentar adversidades, como también para festejar en comunidad los triunfos que logró a lo largo de sus 72 años de vida.

Francisco hizo muchas cosas, pero lo que marcó su paso por este plano con mayor énfasis fue su rol de vocero de la comunidad Wichí, buscando preservar el idioma y sus tierras ancestrales. Fue uno de los referentes que fundó Lhaka Honhat (nuestra tierra), organización que se dedicó exclusivamente a recuperar los territorios pertenecientes a las comunidades indígenas Wichí (Mataco), Iyjwaja (Chorote), Komlek (Toba), Niwackle (Chulupí) y Tapy’y (Tapiete) dentro de la Provincia de Salta, en el límite tripartito con Paraguay y Bolivia. Lhaka Honhat se presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado Argentino alzando la voz para dar a conocer que no se respetaba la constitución, por incumplimiento del artículo 75, inciso 17, donde indicaba que las tierras pertenecían a las comunidades aborígenes, ley que fue desoída repetitivamente durante 26 años. Hasta que el año pasado, cuando la CIDH sentenció un fallo histórico reafirmando que las tierras les pertenecen a las comunidades por su preexistencia, dando un plazo de 6 años para restablecer las condiciones previstas.

Francisco fue una de las caras más visibles durante este proceso, actuando siempre en sintonía con los deseos de su comunidad, de manera humilde y respetuosa, haciendo visible a su pueblo y a sus pueblos hermanos que tantas veces fueron borrados de las historias oficiales, ofreciéndoles legitimidad ante el mundo que los observaba.

Fue un acérrimo defensor de su idioma y cultura, preservando la oralidad y ocupándose de registrar su pasado y su presente para la posteridad. 

Se fue un luchador incansable por los derechos de las comunidades indígenas de Argentina, pero aquí estamos como parte del entramado social que tejió en vida y perdura luego de su muerte, para seguir acompañando las luchas de los pueblos y dándoles espacios para difundir su cultura ancestral.

Hasta siempre Francisco.