HITO HISTÓRICO: Después de más de 30 años, se han reconocido como propias las tierras indígenas.

Si bien este derecho se encuentra vigente desde la reforma de nuestra constitución en 1994, jamás fue respetado. Durante 1995 y 1996 se realizó un estudio en todas las comunidades involucradas para conocer cómo deseaban vivir estos derechos y aplicarlos a su realidad, lamentablemente resultando los mismos desoídos e incumplidos en la mayoría de la extensión del territorio argentino. La zona del Pilcomayo en la Provincia de Salta, donde habitan más de 130 comunidades Wichí, es uno de los ejemplos más notorios.

En este marco, Lhaka Honhat (nuestra tierra), se presentó ante las Naciones Unidas, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde luego de una investigación exhaustiva decidieron iniciarle un juicio al Estado Argentino por incumplimiento del artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional.

Por lo cual, la Corte Interamericana, con resolución definitiva del 02/04/2020 intima al Estado Argentino a que cumpla con la sentencia expresada.

Se le exige a la Argentina internacionalmente la reparación de los derechos de propiedad comunitaria, lo que entre otras cosas implica “que las comunidades tengan participación efectiva, con base en procesos adecuados de consulta que sigan pautas determinadas, en la realización, por parte del Estado o de terceros, de actividades que puedan afectar la integridad de sus tierras y recursos naturales”. Ya nadie podrá decidir por encima de ellos, deberán consultar las obras que deseen realizar en sus tierras, y deberán contar con su aprobación para llevarlas a cabo.

Este fallo, también busca instaurar el acceso de las comunidades a un medio ambiente sano, a una alimentación adecuada, al agua y a la participación en la vida cultural. A través de las actividades desarrolladas en el territorio por los llamados “criollos”,  específicamente la ganadería, la tala ilegal e instalación de alambrados, se ha perjudicado severamente su medio ambiente, deteriorando así su manera de alimentarse y de acceder al agua.

El reclamo que hoy se convirtió en realidad,  se basa en un título de propiedad único, que corresponda a la totalidad de las comunidades aborígenes que habitan entre los lotes 14 y 55 de la Provincia de Salta.

Este fallo es HISTÓRICO, porque trae consigo el reconocimiento cultural y ancestral de las comunidades aborígenes de nuestro país, como también le otorga los derechos -que siempre fueron suyos- sobre las tierras que trabajan y habitan desde hace siglos.

Festejamos este fallo, y abrazamos a este país multiétnico y pluricultural.

Para más información, les dejamos el resumen oficial del fallo.