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Misión cumplida: 2 camionetas para las comunidades Wichís.
La movida solidaria de Gutiérrez-Maratea.
El 2 de febrero el reconocido influencer Santi Maratea comenzó una movida solidaria para comprar una camioneta y convertirla en ambulancia para las comunidades Wichí de la Mano de Omar, integrante Wichí que vive parcialmente en Buenos Aires mientras estudia abogacía, con el anhelo de poder convertirse en defensor de su propio pueblo antes las injusticias que se vienen suscitando desde hace añares.
Todo comenzó cuando Omar le comunicó a Santiago de la imperiosa necesidad de contar con una ambulancia que sea específicamente para las comunidades Wichí en el norte Salteño, contándole que la última vez que una chica tuvo un cuadro de apendicitis tuvo que ser trasladada en moto hasta el centro de atención más cercano.
Como contamos siempre, las comunidades se encuentran monte adentro, por lo cual los medios de transporte escasean, y más cuando se trata de una urgencia.
La idea de la camioneta 4×4 surge ya que no cualquier vehículo puede adentrarse con facilidad en esos terrenos, y para que el móvil sea duradero debe contar con ciertas especificaciones. Además de usarla como ambulancia, será un medio para poder repartir comida, medicamentos y agua entre las distintas comunidades repartidas en el monte chaqueño.
La colecta tuvo un slogan simple “si cada uno dona $10 pesos, podemos llegar a los 2 millones para comprar lo que la comunidad necesita”. Tuvo un impacto tal, que además de sumarse los seguidores del influencer, se sumaron muchos famosos dando una gran mano. Es así, que no solo alcanzaron los 2 millones de pesos en 1 día (2/2/21), sino que para el tercero llegaron a los $3.000.000. Al ver el semejante impacto que tuvo esta campaña en las personas, Chevrolet se sumó y donó una 4×4 para sumar su granito de arena. Con el dinero recaudado Omar y Santiago decidieron comprar una Ford 4×4. Pues, del anhelo de poder llegar a comprar una camioneta, la suma de solidaridades no solo logró eso, sino que ahora las comunidades Wichí cuentan con ¡CON DOS CAMIONETAS!
La situación de vulnerabilidad que viven en muchos aspectos, resaltando en esta situación las complicaciones que tienen que sortear en cada oportunidad que es necesaria una ambulancia, o poder llegar a un centro de salud, podrán ser paliados al menos en algunos aspectos gracias a la ayuda de esta gran convocatoria.
Omar, futuro abogado Wichí, no es la primera vez que convoca una campaña para poder atravesar momentos complicados. La primera vez Santi logró juntar $1.000.000 para cubrir las necesidades básicas y ayudar a los pares aborígenes de Omar.
Esta dupla explosiva, puso en boca de todos a la Comunidad Indígena Wichí, logrando convertir una utopía en una realidad.
El viernes 12 de febrero a la madrugada emprendieron su viaje a Salta, para poder entregar las camionetas a sus dueños: la Comunidad Wichí. Como sabemos, los títulos de propiedades y tierras son comunitarios, reflejando de esta manera su manera de transitar la vida, sin individualismos.
El día de la entrega, el equipo de Santiago durmió en el colegio de Misión Chaqueña, para descansar y emprender la vuelta al día siguiente. Inesperadamente – o no – a la mañana siguiente se acercaron muchas personas de la comunidad, como también de otras para contarles sobre otros reclamos, y pedir ayuda para alzar sus voces que son acalladas constantemente. El problema principal surge cuando comenzaron a preguntar porqué las camionetas iban facturadas a nombre de Omar y de una fundación muy reconocida en el norte, pero no en esa comunidad. Creció la desconfianza en cuestión de minutos, mientras se intentaba explicar que el tema de la facturación era complicado y era por ello que se había decidido de esa manera.
En un momento un integrante de la Comunidad Wichí pide la palabra y comienza a hablar en idioma. Omar, le traduce a Santiago que debían irse porque estaba incitando a la violencia. De un momento a otro llegó la policía porque habían cortado las rutas para no dejarlos salir.
Quizás desde afuera parezca que la comunidad no estaba agradecida, pero nosotros no lo vemos así. La política está presente en cada ámbito de la vida, y las comunidades indígenas no son la excepción a esta regla. Además, no podemos pensar que su desconfianza hacia personas que no conocen es ilógica, conociendo su historia de arrebatos constantes, de su no reconocimiento cultural y de desplazamientos hacia los márgenes.
Por suerte, se pudo resolver y lograr que las cosas se tranquilicen resaltando la buena acción por parte de todos los involucrados en este proyecto. Gracias a ellos, las comunidades Wichí hoy cuentan con una ambulancia y un centro de desnutrición infantil.
Desde Arte y Esperanza solo podemos expresar gratitud a todxs aquellxs que colaboraron con esta causa, para que la vida en el monte siga siendo libre, pero ahora con un mejor acceso a la salud.