Como es de imaginar, nuestras costumbres para las festividades no se alinean con aquellas que siguen ejerciendo las comunidades aborígenes desde hace tantísimos años. Cada cual tiene sus propias peculiaridades, pero si coinciden en algún punto es en que están relacionadas con la madre tierra, con la pachamama. 

En primer lugar, el año nuevo aborigen dista en cuestiones de calendario con el nuestro. Ellos festejan año nuevo entre el 20 y 24 de junio de cada año, coincidiendo con el solsticio de invierno. Bajo el nombre de “We Xipantu” que en mapuche significa “año nuevo o nueva salida del sol”, la mayoría de las comunidades aborígenes en el hemisferio sur reciben un nuevo ciclo de vida regido por el calendario lunar. Esta fecha coincide con la celebración Inca “INTI Raimy” donde el sol es protagonista. Las celebraciones comúnmente comienzan la noche anterior, entregando todo tipo de ofrendas a la pachamama y agradeciendo por lo que les ha brindado a lo largo del año, música y comida, entre otras tantas cosas, para recibir el año entrante recargados de energías. 

En la celebración mapuche, las familias se reúnen a la Ruca (vivienda) anfitriona la noche anterior, llevando alimentos y regalos, momento en el que comparten historias, se realizan danzas ceremoniales y se preparan las comidas, como catuto y mote. A la mañana siguiente, se reúnen para realizar la “ceremonia del amanecer” (nguillan mawún). Ante los primeros rayos cruzando las montañas del Este, la comunidad exclama “¡Akuy we tripantu!” (¡Llegó el año nuevo!) y continúan con ceremonias de agradecimiento.

En las comunidades Kolla, se celebra el Inti Raimy, una fiesta sagrada, ceremonial y cíclica. Esta consiste en velar el fuego sagrado (Willka Nina) durante la noche y en recibir al sol con los brazos extendidos durante el amanecer. Durante la celebración, los ancianos de la comunidad llevan a cabo la lectura del año por venir y si este será fructífero para las comunidades.

Como sabemos, cada día que pasa aumenta la consciencia sobre los pueblos originarios en las sociedades modernas, y eso conlleva a un fortalecimiento de la cultura indígena. ¿Por qué? Porque durante muchos años sus rituales estuvieron prohibidos por no alinearse con la fe católica. Gracias a la información y al respeto sobre las diferentes culturas, esos días quedaron atrás, y se celebra con más fuerza que nunca.

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